Si tienes vocación de navegante súbete a un barco de papel, al del poeta cubano Nicolás Guillén. Él escribió “Por el mar de las Antillas / anda un barco de papel”: pero cuidado porque “anda y anda el barco barco sin timonel”.
Con las poesías de Nicolás podemos ir a parar a cualquier puerto del Caribe y más allá, a una isla que se llama identidad o identidades. Guillén es afrocubano e inaugura un género que evoca el África de sus antepasados.
Algunas de sus obras son Motivos de son, Sóngoro cosongo, El son entero. Niños, jóvenes y adultos podemos cantar, bailar, golpear tambores, mesas y batir palmas porque tienen un ritmo tan festivo que nos es imposible quedarnos quietos.