El religioso que editó a Sor Juana

Tal fue la voluntad de Sor Juana Inés de la Cruz por expresar sus ideas que los superiores del clero le ordenaron destruir su obra. Pero, como siempre, algo queda por allí guardado que logra sobrevivir a la censura, y no falta quien quiera censurar la censura y descubrir ante el mundo lo guardado. Este es el caso de quien llegara a ser obispo de Yucatán entre 1730 y 1733. ¿Su nombre? Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y Goyeneche.
Juan Ignacio, leal amigo de Sor Juana, llevó a España la obra inédita de la poeta, que se publicó en 1700, cinco años después de que ella muriera. El agradecimiento de Sor Juana por un texto elogioso de su editor quedó plasmado en estos versos. Te desafiamos a que los descifres, de preferencia acompañado.

Favores que son tan llenos
no sabré servir jamás,
pues debo estimarlos más
cuanto los merezco menos.
De pagarse están ajenos
al mismo agradecimiento;
pero ellos mismos intento
que sirvan de recompensa,
pues debéis a mi defensa
lucir vuestro entendimiento.