Algo sobre el humorismo en Yucatán

El humorismo literario yucateco, como en la oralidad, echa mano de diversas estrategias, como dar por sentado que el lector o el público inmediatamente pensará mal (creyendo que acertará), hasta darse cuenta de que la narración o poema en cuestión juguetonamente se refiere a algo simple e inocente.

Cuando no te lo lavas, Magdalena,  

y al natural lo toco y te lo veo,  

me huele a “No me olvides”, a rodeo 

a nenúfar, a nardo y a verbena. 

Me huele a mejorana y azucena 

y en mi amoroso y dulce devaneo, 

con el afán de olértelo, hasta creo 

que es una flor sedosa, linda nena. 

Y cuando te lo lavas, reina mía, 

te huelo a jazmín, a poesía, 

lo huelo a liquidámbares, a rosa, 

y saturado de su olor a cielo, 

¡qué bien huele!, te digo, nena hermosa, 

lavado o sin lavar, tu lindo pelo! 

En su libro “Poesía etílica y anécdotas de cantina” (2013), Mario Bolio García señala que este soneto fue musicalizado por el veterano trovador Luis Basulto, y que la autoría de la letra es desconocida. Sin embargo, Luis Pérez Sabido la atribuye al poeta y abogado Jorge Peniche y Peniche (1921-1998).